Christian Pazmiño

Derecho y Tecnología

La apuesta de Jon y Opera.

Después de un día agotador y lleno de información para mi cerebro, llego a mi hogar entro en mi Linux Box y leo mi mail, las noticias, e intento escribir algo en mi blog, cuando el cansancio no se ha apoderado de mi. Pero lo mas ratificante (independiente de la familia) después de pasar casi 8 horas frente a un monitor y utilizando el cerebro como si fuera un cluster, es leer una noticia que te haga reír o un mail con un buen sentido del humor. El día de hoy y como usuario de Opera, me doy cuenta que Jon S. von Tetzchner, CEO de Opera Software y desarrolladores del Browser de mi elección, ha dicho hace unos días en el lanzamiento de la versión 8 del navegador, que si las descargas de su software superan el millón en menos de 4 días el nadaría desde Noruega, casa de desarrollo de Opera, hasta los Estados Unidos, haciendo una parada “Técnica” en Islandia para tomar un café en la casa de su madre. Pues Jon no se imagino que debería cumplir su promesa porque apenas dos días después del lanzamiento de Opera 8, el millón de descargas ya había sido superado. Y bueno como un hombre de palabra, se preparo con su traje de neopreno, para contrarrestar el frío del mar nórdico, y al mar se ha dicho. Pero no estaba solo, su jefe de prensa Eskil Sivertsen, lo acompaña en un pequeño bote inflable.

I want to thank each and every one of the one million plus people who have downloaded Opera 8 over the last days. I am proud to say that this is the most successful browser launch in the ten-year history of Opera. I have received numerous requests over the weekend on whether or not I am going to swim to the USA should we reach one million downloads. Although I blatantly admit that my promise was based more on joy and enthusiasm than my swimming abilities and physical health, I will do my very best to keep it.» (Jon S. von Tetzchner)

Pero la historia no termina ahí, después de unas horas de nado, el bote inflable del Jefe de Prensa se pincho, por lo tanto Jon tuve que realizar un rescate heroico a su fiel jefe de prensa. Claro que eso fue un gran problema porque arruino la hazaña de su jefe. Ahora el pobre Eskil Sivertsen, esta orando para que su jefe no lo despida.

Iowe my life to Jon, and I can only hope that he doesn’t fire me for ruining his dream of swimming to America,» prays Eskil Sivertsen, Opera’s

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